Feliz la
mariposa que
cruza el cielo,
llevando en
sus alas,
la brevedad
eterna
de su propia
respiración;
indiferente a
la muerte.
Infeliz yo
que me vivo
de soslayo
en la intemperie
de mi existencia
y soy un animal
asustado
ante la infinita
soledad del
vacío.
Namid A ( agosto 1 de 2.009)