El vaho que
dejó, ese animal
oscuro y fiel
en tu frente,
te regresa/
ocultando en las
comisuras de tu alma,
la soledad devastadora,
de navegar por el borde.
Sin mirarte,
dibujas una grieta,
en la trastienda
de tus miedos;
así gota a gota
desangras el infinito
mar/ que tu,
mismo eres.
Namid A