Sorprendí a la desgracia robándose mis palomas
y la espanté a latigazos
Volvio sus dientes temblorosa de rabia
y de una bofetada me robó la pasión
Perdóname señora oscura y venerable
mi atrevimiento de hijo bastardo
que no puede más con su vacío corazón
Raúl Gómez Jattin ( Colombia 1945-1998)